Exportaciones peruanas a China cerrarán una década de más de US$ 100 millones

Publicado el 08 enero 2021

El desarrollo de la industria en el país asiático ha sido aprovechado y ha traído resultados luego de la implementación del tratado de libre comercio entre ambos países.

Hace más de 10 años, el Perú y la República Popular China firmaron el tratado de libre comercio que rige el intercambio de productos entre ambos países. Desde el inicio de su vigencia en marzo del 2010, los envíos del Perú pudieron concretarse bajo mejores condiciones, tanto desde el punto de vista de costos como de procedimientos. A partir de esto, el dinamismo que ya era de por sí elevado se aceleró.

El principal elemento de la importancia de la relación comercial entre el Perú y China es el abastecimiento de concentrados para sus refinerías de minerales. Por cuestiones de escala, es más eficiente exportar el mineral en polvo que procesarlo en el país sudamericano, que no es una plaza atractiva para los inversionistas que buscan procesar minerales. Resulta más barato hacerlo en donde se aglomera la producción de materiales intermedios como láminas, lingotes y cables, según sea necesario, y a excepción del zinc enviado a Brasil, no se ha logrado establecer refinerías para los demás metales.

Cabe destacar que desde el final de la primera década del siglo XXI, el gobierno chino comenzó a reorientar su modelo económico, desde una base en exportaciones hacia otra de demanda interna. De esta forma, la inversión en infraestructura y la industria tecnológica orientada al consumo llevaron al despegue del cobre y el zinc, así como del litio, aún ausente en la oferta exportable peruana.

Las cifras de ayer y hoy

Por otro lado, la agroindustria y la acuicultura también fueron beneficiadas por la capacidad de consumo de China, tanto por sus dimensiones como por su poder adquisitivo. Incluso, un producto hasta hace poco desconocido para sus consumidores como la palta ha logrado abrirse camino y podría ser la próxima estrella del portafolio.

En el siguiente cuadro, se puede ver cómo se introdujeron nuevos productos al mercado chino. Especialmente, destacan los casos del arándano y el del gas natural, que tuvo que ser reorientado hacia nuevos destinos por el exceso de oferta en Estados Unidos luego de la masificación de la extracción del gas de esquisto (conocido como shale en inglés).

La introducción del gas natural fue una buena salida que, si bien puede haber implicado asumir una menor rentabilidad por la distancia y la competencia con proveedores asiáticos y rusos, representa un aporte agregado contundente. En general, la capacidad de un solo producto minero o de hidrocarburos es mayor a la de un producto agrícola. Sin embargo, cabe tener en cuenta que las exportaciones de gas natural y los hidrocarburos en general tienen una perspectiva complicada, en vista de las presiones a la baja en los precios por los yacimientos de esquisto y por la mejora en la tecnología de energías de fuentes renovables, especialmente la solar.

No solo materias primas

Por lo tanto, si bien China es por naturaleza el destino con mayor potencial para la exportación de materias primas en las que el Perú ofrece ventajas comparativas, la parte correspondiente a energía, o incluso algún mineral que comience a entrar en desuso, requiere de alternativas para el largo plazo. Los productos agroindustriales sin duda son una opción que, a excepción de casos como los de la uva y la tara, recién comienzan a desarrollarse y en los que la participación respecto a otros destinos aún es baja.

Los arándanos y la palta son los ejemplos del potencial de desarrollo de nuevos productos y se espera que sus envíos continúen aumentando. La oportunidad para super alimentos basados en granos, bayas y frutos en general es alta, pero se requiere un trabajo fuerte en desarrollo comercial, tanto a nivel del producto, como de mercado.

Pero ya hay motivos para celebrar con lo alcanzado, el hecho de tener una relación comercial sólida que haya permitido que las exportaciones suban 73% en menos de diez años, incluso a pesar de tratarse del principal socio en términos de valor, demuestra que se ha hecho un buen trabajo en relaciones bilaterales y desarrollo empresarial.

Por otro lado, si bien el 2020 ha estado marcado por el impacto de la pandemia del COVID-19, el 2021 representaría el inicio de la recuperación sobre la base de un efecto rebote, seguido de un mayor aprovechamiento de lo que ya se había avanzado. De esta forma, las exportaciones peruanas a China cerrarán este año sumando alrededor de US$ 100 millones en una década, un augurio de una tendencia al alza que podría consolidarse por más tiempo.

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