Tilapia Colombiana, la más importada en Estados Unidos
Publicado el 20 noviembre 2020
Los productores del país sudamericano han logrado posicionarse y avanzar a pesar del reto impuesto por un entorno económico complicado. Vea los detalles en esta nota.
La acuicultura permite abastecer al mercado con peces en forma planificada y con un modelo de negocio completo. Los productores colombianos de tilapia, o mojarra en un lenguaje más tradicional, han sabido entenderlo y han tenido éxito al colocar sus envíos en manos del mercado con el mejor balance entre escala, facilidad logística y poder adquisitivo: Estados Unidos. El posicionamiento en esa plaza continúa, y si bien se están desarrollando otros destinos en paralelo en los últimos cuatro años (ver gráfico de torta mostrándola como único mercado externo existente en el 2016), ninguno ha alcanzado una escala millonaria.
Hoy ha habido avances en la diversificación, pero ningún otro destino ha llegado a volverse significativo. En la siguiente tabla, se muestra cómo las ventas se hacen casi exclusivamente al país norteamericano. Latinoamérica y Europa son espacios con potencial, pero en los que también hay competencia de productores asiáticos, e incluso locales en la primera de estas dos regiones.
Un buen 2020
Como ya se mencionó, los exportadores colombianos de tilapia han logrado fortalecer su consolidación como principal origen para el mercado estadounidense. En medio de la crisis económica ocasionada por el COVID-19, las exportaciones han aumentado a dos dígitos en términos de cantidad, con un ritmo superior al de todos los demás destinos que incluso están en fase de desarrollo y por ende se esperaría que crezcan a mayor velocidad.
Producto volátil pero manejable
Cabe tener en cuenta que la oferta debe ser planificada de acuerdo con las perspectivas de consumo. Como se ve en el siguiente gráfico, los precios han tenido una tendencia a la baja, un tipo de situación en la que los países asiáticos suelen tener ventaja por los bajos costos para contratar personal a cargo de la producción, procesamiento y empaque.
En paralelo, el valor de los envíos es volátil a lo largo del año, entre otras cosas por la posibilidad de manejar la producción en las lagunas y los stocks de filetes congelados. Queda pendiente cómo va a terminar el año, pero las cifras entre marzo y agosto indican que si se diese una reducción en noviembre y diciembre, no sería por la pandemia sino por asuntos productivos o competitivos. El siguiente gráfico da una idea de esto, y muestra que incluso noviembre podría tener una tendencia estacional a la recuperación.
Todo indica que el consumo en Estados Unidos seguirá siendo la base para el desarrollo de la producción de tilapia en Colombia.
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