Crece la importación de papas precocidas

Publicado el 08 julio 2015

En un caso que contradice toda lógica, Perú, el principal productor de papa en latinoamérica, y entre los más grandes del mundo, aumenta sus importaciones de este producto. Así es, a fines del año pasado, nuestro país importó 24 mil toneladas de papas precocidas por un valor de USD 23 millones. ¿Por qué habiendo tanta producción local del tubérculo, estamos importando tremendas cantidades? Principalmente por el mercado de comida rápida, el cual está en constante crecimiento en nuestro país. Pero, ¿qué podemos hacer al respecto?.

La importación de papa en números

• 24 mil toneladas ­ Cantidad de papa precocida importada por Perú en el 2014. • $ 23 millone s­ Valor del total de importaciones de papa precocida al Perú en el 2014. • 3% ­ Crecimiento de importación de papa en el primer cuatrimestre del 2015. • $ 0.80 dólares ­ Precio del kilo de papa en el 2015. • 17 ­ Empresas de fast food, casinos y pollerías que conforman el 70% de las importaciones de papa precocida.

No es novedad que nuestro país carece del desarrollo industrial necesario para producir productos elaborados más allá de su valor como materia prima. Las papas importadas son previamente trozadas, precocidas, preservadas y envasadas para su congelamiento y pasan por ciertos controles que exigen las cadenas internacionales de fast food. De desarrollarse una industria que logre satisfacer esta demanda, podríamos cubrir un mercado importante, y abastecer a los principales compradores con una oferta nacional más económica. Al hacerlo, estaríamos compitiendo con países como Holanda y Bélgica, los cuales representan compras de USD 3.8 millones y 1.4 millones de papas precocidas destinadas al Perú. La importación de papa en el Perú sigue creciendo, incrementando un 3% este año. A nivel mundial, sin embargo, la tendencia es otra.

El consumo de papas precocidas a nivel mundial disminuyó en un 32% del 2013 al 2014. ¿Qué hay detrás de este radical declive? Los expertos afirman que la creciente conciencia de los consumidore,s con respecto a temas de salud, ha generado una caída en la demanda. Al parecer, el cliente está optando cada vez menos por esa porción de papas fritas grandes junto con su hamburguesa. Habría que ver si a nivel local el mercado de fast food también experimente este declive en su curva, que hasta el momento, permanece en auge.

De cualquier manera, es insólito que en un país como el nuestro, exista tanta dependencia de tubérculos extranjeros. Por más corta que resulte la época dorada de los fast food, no hay duda que hay mucho para lucrar en la industrialización del mercado de la papa.

¡La data habla por si sola!

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