Frutas y hortalizas ecuatorianas camino a la expansión
Publicado el 13 marzo 2020
El portafolio de productos no tradicionales ecuatorianos se ve beneficiado por el reforzamiento de sus cualidades recurriendo a lo sostenible, exótico y premium.
Las exportaciones son la manera más eficiente de generar estabilidad económica para un país en forma consistente. En el caso ecuatoriano, estas dependen principalmente del petróleo, las flores y el banano, pero la tendencia de comercializar más frutas y hortalizas sudamericanas en momentos en los que el resto del mercado global está desatendido, ha permitido diversificar el portafolio y aspirar a un mayor crecimiento.
Al margen de las fluctuaciones de la demanda por el entorno político o macroeconómico que afecta a las materias primas, las cantidades colocadas y los precios a los que se venden las frutas y hortalizas son menos volátiles y manejables, y dependen de factores estructurales que pueden ser planificados. Más allá del riesgo climatológico, visible en cultivos sensibles como el mango y el banano, la agroexportación es una apuesta estable para la generación de divisas que permitan reforzar las finanzas públicas e impulsar la demanda.
En la siguiente tabla, se muestra el desempeño de las frutas y hortalizas que destacaron por su crecimiento en el 2019. Como detalle particular, la mayoría de estas son típica de la zona tropical, y se producen bajo mejores condiciones en la costa o selva alta ecuatorianos.
Entre los casos mostrados, destaca el avance del tomate de árbol. El alza en los ingresos generados se debe a la autorización de entrada al mercado estadounidense, desde julio del 2018. Cabe mencionar que hasta el momento se trata prácticamente del único mercado hacia el que se ha exportado este fruto, pero el avance en los dos primeros años de exportación da a entender que se trata de un producto con capacidad de captar el interés de los consumidores.
En general, Estados Unidos es el destino más relevante para la oferta de frutas y hortalizas ecuatorianas, especialmente en el caso del mango, pero hay variedad en los países a los que se envían otros productos importantes. Tanto Europa como Asia son mercados destacados, y representan espacios en los que nuevos productos para estos, como el tomate de árbol, pueden avanzar.
El hecho de que muchos de los productos no tradicionales ecuatorianos sean considerados exóticos implica romper barreras y crear nuevos mercados, pero al mismo tiempo implica un valor especial que, de ser identificado en forma masiva, puede elevar considerablemente las exportaciones ecuatorianas.
El trabajo comercial es arduo, pero vale la pena enfrentar el reto de poner nuevos productos en la mente de consumidores de países alejados. El hecho de provenir de los Andes y la Amazonía, y de un país con una elevada incidencia de pobreza rural, hace oportuno aprovechar el impulso a la mejora de la calidad de vida de los productores para llegar los mercados más exigentes con certificaciones, como Comercio Justo o Rainforest Alliance, a las que se suma la orgánica.
En la línea de lo anterior, los productos ecuatorianos se están promocionando con el eslogan Ecuador Premium & Sustainable, con lo que se busca mostrar las cualidades de los productos y el respeto a los productores. Este es el tipo de acción que muestra el resultado del trabajo conjunto de los productores y el gobierno para alcanzar mejores rendimientos, calidades y entornos, y que se espera, se vea reflejado en exportaciones cada vez mayores.
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