El Perú se consolida como principal exportador de arándanos

Publicado el 11 marzo 2020

En solo ocho años, los productores del país han logrado desarrollar la que hoy es la segunda fuente de agroexportación no tradicional en el país.

En el negocio de la agroexportación, un factor fundamental de competitividad es determinar si la geografía ofrece condiciones favorables para el cultivo de frutos y hortalizas cuando el resto del mundo más lo necesita. Si la latitud y condiciones de suelo permiten cosechar a plenitud mientras los exportadores de otros países no lo hacen o están en los extremos iniciales o finales de su campaña, entonces el lugar resulta óptimo para el desarrollo del producto evaluado.

Esto fue comprendido por los productores peruanos de arándanos, que han logrado aprovechar las ventas de la costa de su país para alcanzar altos rendimientos y acceder al mercado en una ventana de precios altos. Hace solo diez años no existían grandes parcelas de esta baya con modelos modernos de producción en la costa peruana, e incluso habría sonado inadecuado proponer una incursión de este tipo.

Sin embargo, las cifras de exportación muestran claramente que en el Perú había una gran oportunidad sin explotar, y que solo era cuestión de hacer algunas pruebas en la costa para comprobar que esta innovación era posible a gran escala. En los siguientes gráficos, se muestra cómo en solo siete años se logró generar una industria millonaria, especialmente sobre la base de empresas con experiencia en otros frutales con operaciones en la zona centro occidental y noroccidental del país.

En las líneas también se observa cómo los ingresos generados durante las campañas y su extensión se han elevado a lo largo del tiempo, lo que demuestra que no solo se ha logrado acceder al mercado en el momento oportuno, sino que la extensión, ubicación y desarrollo de los cultivos han permitido tener mayor producción y en diferentes latitudes. En cuanto a la manera en como la oferta ha calzado con la demanda, el siguiente gráfico hace notar que entre septiembre y noviembre los precios llegan a su pico, justo cuando los arándanos peruanos son cosechados.

Esto se da por la escasez de producción en el resto del mundo en esta época del año, especialmente en el hemisferio norte. En la siguiente tabla, se puede ver que los destinos están concentrados en esta parte del planeta, mientras que la región no es un destino relevante por el bajo hábito de consumo y la preexistencia de Chile como productor.

En cuanto a oportunidades de valor agregado, es importante analizar la posibilidad de expandir la producción certificada como orgánica. En el caso del mercado estadounidense, si bien solo el 15.7% de lo importado es orgánico, es en este segmento en el que se ha dado la mayor parte del crecimiento. Este dato indica que si bien la consolidación de los productores peruanos como los más grandes del mundo se ha dado en el segmento convencional, en el que los rendimientos tienden a ser mayores y los costos menores, también tienen una oportunidad de crecimiento en la parte orgánica, para la que habrá que destinar un esfuerzo significativo a nivel comercial y de control de calidad.

De todos modos, sea en el segmento que fuere, las exportaciones peruanas de arándano tienen una ventaja estructural que no podrá ser superada en el hemisferio norte, y que más bien resulta complementaria con las de Chile en los momentos de traslape en ambas campañas y, sobre todo, en el descalce entre una y otra. Los envíos de ambos países son gestionados por los mismos traders y apuntan a los mismos mercados, de manera que la fluidez en los envíos favorece la preparación de contratos conjuntos y, sobre todo, el desarrollo de mercados con el esfuerzo acumulado de ambos países. Como siguiente meta, se debe apuntar a colaborar para alcanzar en forma masiva a los consumidores en China.

Para más información sobre las exportaciones de arándano en el Perú, puede entrar al portal de Veritrade.
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