Exportaciones de aguacate colombiano al alza

Publicado el 08 julio 2019

Agricultores colombianos se posicionan como uno de los principales proveedores de aguacate a nivel global gracias a la reciente introducción de nuevas plantaciones.

La diversificación de los portafolios es fundamental para asegurar el progreso de un país. Los auges de los productos pueden ser temporales, ya sea por el desarrollo de grandes matrices productivas en otros países que lograron desarrollar ventajas competitivas, o por la obsolescencia de un producto.

En este sentido, es saludable que los empresarios agrícolas hayan desarrollado la producción de aguacates en Colombia. Actualmente, las exportaciones colombianas dependen del carbón, el petróleo, el café, las flores y el oro, principalmente. Después del café, el banano y el azúcar, el aguacate es el cuarto producto agrícola de consumo humano más importante exportado por Colombia, a pesar de ser una incorporación reciente a la matriz exportadora del país.

El cultivo de aguacate lleva una década de desarrollo como opción de cultivo para los agricultores colombianos. Y, teniendo en cuenta los cinco años que demora un palto en llegar a su plena producción, las cifras de exportación son recientes. El 2013, se generó US$ 1.2 millones por los envíos de este fruto al exterior, mientras que en el 2014, esta cifra subió a US$ 3.6 millones, continuando así hasta llegar a un despegue de US$ 35 millones en el 2016. A partir de ese momento, la producción colombiana ha alcanzado un nivel considerable, y ya es la cuarta más grande del mundo, luego de las de México, Perú y Puerto Rico.

Un factor que ha facilitado el impulso de la producción en Colombia es la pacificación de las zonas que estuvieron tomadas o amenazadas por las FARC. En el 2018, los cultivos de la variedad en exportación de aguacate hass habrían superado las 15,000 hectáreas, lo que implicó un crecimiento de 15% respecto al 2018, mientras que en términos de producción se habría avanzado más de 20% por la entrada en producción plena de las nuevas plantaciones.

Ahora, el mayor reto de los productores colombianos está en la apertura del mercado estadounidense debido a sus exigencias sanitarias. Por esa razón, Europa es el principal destino, pero esta situación podría revertirse fácilmente si se consigue que más fincas estén autorizadas para enviar su producción a los Estados Unidos.

En términos generales, el crecimiento de la exportación de aguacate es una señal clara de progreso para el país. No solo se trata de un asunto económico, sino social, al permitir que agricultores que antes estaban dedicados a otros cultivos puedan aprovechar las condiciones de la geografía colombiana para alcanzar el mercado internacional.

Si se sigue trabajando en el aspecto sanitario y protocolar, los consumidores internacionales pronto podrán encontrar más aguacates colombianos en los anaqueles de los supermercados de sus países.

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