Exportaciones de café colombiano suben a pesar de menor producción y precios

Publicado el 13 mayo 2019

El valor de los envíos del grano desde el país sudamericano hacia el resto del mundo ha aumentado considerablemente durante los dos primeros meses del año.

A pesar de no ser el principal productor de mundo, Colombia es conocido como el país cafetero por la importancia del grano para su economía. Después del petróleo y sus derivados, y el carbón, se trata por lejos de su principal producto de exportación.

Por lo tanto, cualquier reducción en la cosecha será siempre una preocupación mayor: si bien puede ser compensada por un mayor nivel de precios, generará incertidumbre hasta el momento en que se cierren los contratos de venta. En lo que va del 2019, los envíos de café colombiano hacia el resto del mundo han tenido un buen desempeño, como lo reporta el siguiente cuadro.

Cabe notar que el alza de los ingresos generados por las ventas de café colombiano en el exterior se debe a las mayores ventas. La caída en el precio promedio recibido por unidad que pasó de fluctuar en un rango de US$1.17 a US$1.30 por libra entre enero y febrero del 2018, a uno de US$ 0.95 y US$ 1.07 en el mismo periodo de este año.
En cuanto a la cosecha, una nota de Reuters resalta que según información de la Federación Nacional de Cafeteros, se alcanzó una producción de 2.4 millones de sacos en los dos primeros meses del año, 2.5% más que en el 2018, pero que en febrero se ha registrado una caída. En comparación al mismo mes del año pasado, la producción ha caído 8.7%, hasta llegar a 1.1 millones de sacos, luego de que en enero hubiese subido 14.6% respecto al año anterior, al alcanzar 1.29 millones de sacos.

La caída de los precios se debe al alza de la producción de Brasil. Sin embargo, este último país produce principalmente la variedad conocida como robusta, mientras que Colombia se centra en la variedad arábica. Por esta razón, los productores colombianos han propuesto que las cotizaciones sean independientes para separar por tipo de grano. Sin embargo, la industria mezcla ambas variedades en los productos finales, por lo que resulta difícil formar una masa crítica suficientemente grande para formar precios en forma independiente, a pesar de la existencia de una fracción de compradores enfocados en una sola variedad.

El principal mercado es Estados Unidos, por lo que los precios son determinados en Nueva York. Mientras tanto, los nichos de demanda especializada no son suficientes para absorber la producción colombiana. En el siguiente cuadro, que muestra los principales destinos, se evidencia la importancia del país norteamericano.

El reto hacia adelante está en propiciar la reducción de las consecuencias sociales del balance entre oferta y demanda, que posiblemente implicará el traslado de productores hacia otros cultivos o actividades económicas. Al mismo tiempo, la productividad será siempre un reto a enfrentar para lograr asumir condiciones más retadoras para lograr cubrir los costos.

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