La quinua y la balanza comercial de cereales en Bolivia

Publicado el 10 octubre 2018

El grano andino es, por excelencia, el producto alimentario más destacado del país. Además de abastecer el mercado local, le permite generar recursos con la exportación.

A lo largo de diez años, las exportaciones de cereales en Bolivia han sido 42.7% superiores a las importaciones. En ese lapso de tiempo, los envíos sumaron US$ 1,028 millones, mientras que las importaciones tuvieron un valor de US$720 millones, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).

Este resultado se debe principalmente a la explosión de la quinua como superalimento a través del mundo. En la siguiente tabla, se puede ver los principales destinos a los que se envió este producto, muy buscado en mercados de alto poder adquisitivo en Norteamérica y Europa.

Como se ve, el mercado internacional ya estaba consolidado desde hace al menos cinco años, cuando los destinos de exportación tenían un peso muy similar al actual. Sin embargo, es importante destacar el avance del mercado europeo, en el que los consumidores cada vez buscan optar por más alternativas saludables.

Pero la importancia de Bolivia en el mercado de cereales no solo se basa en el grano cosechado. El maíz para siembra también forma parte importante del portafolio exportador del país, como lo muestran las siguientes tablas.

Si bien el valor de algunos productos puede haberse reducido en comparación a cinco años atrás, el balance sigue siendo positivo para el país altiplánico. Cabe tener en cuenta que muchos de los productos son sembrados principalmente para el mercado local, y solo se exportan para suplir carencias de oferta en otros países. Además, la volatilidad de las cotizaciones, en su calidad de commodities, lleva a que la suma final fluctúe recurrentemente.

En la siguiente tabla, que muestra los orígenes del arroz, se puede ver claramente el carácter residual de algunos orígenes, mientras que solo países con grandes cultivos extensivos, como Argentina, Brasil y Paraguay, son orígenes con alta participación. Es importante añadir que se suele politizar las exportaciones e importaciones, ya sea para criticar presuntas presiones deficitarias en la oferta, como para afirmar en tono proteccionistas que los países productores no necesitan importar.

En términos generales, la lista de productos incluidos en las tablas de balanza comercial, dan una idea de la diversificación de orígenes y destinos en función a las ventajas comparativas de cada país. El reto está en identificar en cuáles se deben concentrar los esfuerzos para desarrollar competitividad y continuar generando más divisas para un país como Bolivia, que cuenta con una vasta y diversa oferta de recursos naturales.

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