Exportaciones peruanas inician el 2018 con buen pie

Publicado el 09 julio 2018

El sector externo ha favorecido a la economía peruana y se ha convertido en su impulsor durante los últimos meses.

A pesar de los problemas generados en la economía peruana como resultado de un entorno político complicado y la paralización de proyectos de infraestructura por casos de corrupción, el 2018 es hasta el momento un año de recuperación. El principal factor detrás de esta mejoría es el crecimiento de las exportaciones, que se han visto beneficiadas por los precios de los commodities y las buenas cosechas.

Cabe resaltar que la mejoría de las exportaciones ha sido casi generalizada, y que la mayoría de los grandes productos ha registrado crecimiento. A continuación, revisamos cómo variaron los valores de los ingresos obtenidos por los principales productos de exportación que registraron un desempeño positivo.

Salvo por el caso de la plata, la cotización promedio del precio de los principales metales que exporta el Perú ha aumentado entre el periodo enero-abril del 2018 y el mismo lapso del 2017. Las mayores subidas las han tenido el cobre y el zinc, con aumentos de 19.5% y 22.7%, respectivamente. En el caso de los metales preciosos, la subida del oro fue más modesta, con 8%, mientras que la cotización de la plata cayó 5.1%.

Es importante destacar el aumento de las exportaciones de plata en términos de volumen, que pudo compensar la caída del precio. Esto se debe a que la demanda industrial se ha mantenido fuerte, hecho que también alcanza a las exportaciones de oro y zinc. Como se puede ver, en los casos del zinc y la plata, los resultados han sido impulsados por la variación en términos de cantidad.

Por otro lado, no debe preocupar la reducción del precio del cobre y el zinc en el primer tercio del año (ambos bajaron 3.4% y 7.1%, respectivamente). Como ya se mencionó, la demanda industrial se mantiene sólida y la oferta global no ha llegado a crecer significativamente.

En el caso de los hidrocarburos, el impacto del alza del precio ha sido similar, pero lo más importante a destacar es la tendencia. El promedio de la cotización del residual 6 entre enero y abril del 2018 subió 13.4% respecto al mismo periodo del 2017, en línea con un alza de 23.2% en el barril de petróleo WTI.
Sin embargo, las restricciones de oferta por parte de los países orientales y los problemas económicos de PDVSA, la petrolera venezolana, han llevado el precio al alza y se espera que la tendencia continúe. Entre marzo y abril, el precio del WTI subió 4.5%, y en mayo volvió a aumentar otro 4.5%. De hecho, se espera que la tendencia se mantenga, e incluso se habla de volver al rango de los US$100 por barril en el mediano plazo.

Por su parte, las exportaciones de gas aumentaron, a pesar de la paralización de las exportaciones por tres semanas en febrero, debida a una avería en el ducto de líquidos de Camisea: el único en operación para gas en el país. Afortunadamente, se pudo aprovechar un buen nivel de precios en enero, con US$3.87 en el Henry Hub, frente a US$3.3 del mismo mes 2017. En general, la tendencia a la recuperación del gas se inició en marzo del 2016, cuando se llegó a un piso de US$1.73 millones por BTU. Por lo pronto, se espera que la demanda se mantenga sólida, aunque la competencia con el shale gas y el aumento de la producción china pueden frenar el alza.

Mientras tanto, los productos agrícolas no tradicionales han continuado con un excelente desempeño. La exportación de arándanos destaca a sobremanera por la implementación de nuevos cultivos, que forman parte de una tendencia iniciada hace menos de una década, cuando aún no se exportaba este producto.

En el caso de la palta, la cantidad exportada ha continuado en crecimiento, pero el impacto de los precios ha sido mayor: en el 2017, el tonelaje de los envíos aumentó 27%, pero el valor lo hizo 46%. Al inicio del 2018 se tomaron buenos precios, y se espera que la producción también siga al alza y se exporte entre 10% y 15% este año.

Por el lado de los espárragos, las exportaciones mejoran debido a la menor base del 2017, afectado por el Fenómeno El Niño Costero, y al incremento del área sembrada. Las uvas, mientras tanto, también fueron afectadas por El Niño pero una temporada después, y el peso de los envíos se redujo 6.34% entre la campaña 2017-2018 y la del periodo 2016-2017, pero la caída fue compensada con un alza de 19% en el precio.

Finalmente, los mangos han tenido un desempeño excepcional. Incluso a pesar de El Niño, el 2017 ya se había alcanzado una cifra récord, al alcanzar las 179,000 toneladas en la campaña 2016/2017. Sin embargo, en la campaña 2017/2018 se habría alcanzado las 200,000 toneladas.

En términos generales, las exportaciones peruanas reflejan el beneficio de factores de mercado como los precios de los metales y el petróleo. En paralelo, la exportación no tradicional se ve beneficiada por asuntos estructurales como el aumento de la producción y la apertura de mercados. El reto está en aprovechar la ventaja de lo primero, seguir incrementando la producción con nuevos proyectos, y trabajar duro para mantener una buena producción agrícola.

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